viernes, 17 de enero de 2014

Una urna griega.

Unos cacos han intentado robar a Sigmund Freud. Robarlo a él, o sea, robar su persona o, para ser más exactos, lo que queda de ella. Los ladrones entraron en el crematorio londinense de Golders Green y trataron de forzar, en vano, la antiquísima urna griega que guarda sus cenizas. Yo hubiera dejado en el crematorio a Sigmund Freud y me hubiese llevado la urna.


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