Cerca, trova.
Giorgio
Vasari pintó en 1563 “La batalla de Scannagallo” sobre un fresco
anterior, “La batalla de Anghiari”, pintado en 1505 por Leonado
da Vinci en un falso muro del Palacio Viejo de Florencia. Vasari, que
también pintó sobre una “Trinidad” de Masaccio, aplicó una
pared de unos 15 milímetros entre su fresco y el de Leonardo y pintó
en un ángulo la frase “Cerca, trova” (Busca, encuentra”). Los
náuatles destruían cada 52 años sus cerámicas, sus casas, sus
frescos y sus templos. Lo valioso para ellos, cabe conjeturar, era el
hacer, más que lo hecho. Vasari, en cambio, no sólo honra al
hacedor de “La batalla de Anghiri” conservando la obra de su
antecesor sino que alienta a la posteridad a descubrir el fresco de
Leonardo bajo el suyo.
Vasari: "Batalla de Scannagallo" (1563)
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