miércoles, 19 de febrero de 2014

No seas un loser.

La página web de una popular radiofórmula está siendo publitada estos días con una cuña radiofónica de una estolidez tan epifánica como irreparable. Noto un ligero temblorcillo en los dedos al teclear el texto:

                        "No eres tu padre. Déjate de documentales. ¡No seas un loser!".

No hace falta tener el ojo visonario de un Benjamin para adivinar en este eslogan comercial el signo de nuestra época. Aunque el buen sentido, como ya advirtió Descartes, es la cosa más común del mundo porque todo el mundo cree andar sobrado de él, cuando se trataba de cubrir las vergüenzas culturales quien más y quien menos creía de buen tono, hasta no hace mucho, citar a algún filósofo o poeta más o menos renombrado o al menos, llegado el momento de ocupar las baldas del aparador del salón, no olvidaba hacerse con una bonita colección de libros de pega encuadernados en semipiel. Ahora ni eso. En nuestros días lo cool -como se dice ahora- es presumir de analfabeto.

                                         Walter Benjamin captando los signos de su época en el Berlín de los años 30.

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